domingo, 2 de junio de 2019

“Este día es tuyo y mío”

Hace unos días les envié un video sobre el día del futbolista (14/5), en el cual se resumía ese amor que tenemos a jugar futbol, donde sea y con quien sea, y si es entre amigos, mejor.


La visita del Mono a Bogotá nos brindó la oportunidad de celebrar ese día jugando, y ya no contra los alemanes que han llenado las entradas de este blog durante años, esta vez juntamos 10 entre nosotros mismos, los del LHEMI.

El partido es a las 8 PM en Grama 63. Un nuevo destino gestionado por Ñoño, quien a pesar de la perdida de su querido abuelo, estoico y valiente fue el primero en llegar y cumplir esa cita con nosotros, con él mismo. (¡Gracias Lumi!)

A las 7 PM arrancamos a destapar las primeras botellas de cerveza mientras llegaba el homenajeado. La previa del partido revivió viejas heridas de partidos pasados y de paso, se le matoneó al Chavo por su camiseta roja en Pañales x Polas. Finalmente llegó el Mono, se tomó una cerveza y empezó a calentar. Era un hecho, un día histórico para este blog, después de su lesión del 2017, volvía a jugar con nosotros.
Es hora de conformar los equipos, nos hacemos unos a un lado y listo, nadie escoge, pero no hay duda de que todos quieren tener al Patrón de su lado. Finalmente, los equipos se distribuyen así:
  • Celeste: Ñoño, Marioñu, Mono, defenzor y Jancker
  •  Verde: Chavo, Anes, John Cebollas, primo de Ñoño y primo de Mono
El equipo Celeste arranca con todo, la idea (fallida) es imponerse en el marcador desde el inicio, el dominio del campo es evidente, es un placer volver a jugar todos juntos. La noche es muy fría y el único que hizo entrada en calor fue Mono, los demás tratamos de tomarle el ritmo.

El partido es confuso para mí, me he tomado 6 cervezas y no tengo muy claro lo que pasa. Sorpresivamente, aparece Nelson, está en la esquina esperando la oportunidad de entrar, el partido es relativamente parejo y por eso impaciente nos mira sin decir nada. Finalmente, los Celestes nos vamos encima del marcador por varios goles, así que entra para los verdes. Se quiere equilibrar el juego, no funciona, la balanza se voltea nuevamente.

Ya van 30 minutos de partido, está tapando Widget para los verdes y de repente, Mono suelta un taponazo, el balón viaja a media altura y el CEO de WEIA se atreve a meterle las manos, se las dobla, se queja y llora, tendrá que jugar todo el resto del partido con la mano torcida en homenaje a Villalobos, la gente en la tribuna se pregunta si hasta ese día llegó su carrera en el golf amateur.

Se viene la respuesta de los verdes. Chavo lleva la pelota cerca al área y cuando entra, le cometen penal Los verdes tendrán la oportunidad de anotar un gol más. El mismo amante de las verduras, toma la pelota y la ubica. Toma distancia y en lugar de picarla como los clasudos intenta definir con fortaleza, Ñoño brillante, post-operado, ataja el penal, la tribuna y sus compañeros se exaltan de la emoción, pero se quedan paralizados, el Chavo no lo piensas dos veces y la manda a guardar recogiendo el rebote.
Es un partido de ida y vuelta. Otra vez el Mono patea fuerte desde mitad de cancha, el balón busca la esquina alta del costado izquierdo de la cancha, todos miran la trayectoria del balón, es muy rápido, yo no lo alcanzo a ver, deben ser las polas. Chavo y Anes  se me acercan y me preguntan, porque no le metí la mano al balón. Resulta que soy el arquero del equipo verde ahora, no se que contestarle. Sacamos de mitad y por fin reacciono, que golazo que me metió, solo puedo levantarme el peto verde y dejar ver debajo el celeste, casi celebro con mis excompañeros, soy el Mauro Zarate de hoy.

El partido termina con victoria para los celestes en el ultimo instante, pero esta vez el resultado es lo que menos importa, sigue un tercer tiempo con un petaco de cerveza, muchas historias y risas, y caminar por las calles a la madrugada como cuando éramos jóvenes.
PD: Según el Chavo, la victoria es para los verdes con gol de Wilches en el ultimo minuto,yo no creo, pero pues yo estaba borracho. ¿Alguien se acuerda que paso?