miércoles, 18 de mayo de 2016

La pelota no se mancha

Con algún problema de carácter logístico rápidamente solucionado por nuestro director jurídico, se efectuó la convocatoria oficial para el segundo juego del año en los predios de Compensar, entidad que cuenta con gramados artificiales de excelente calidad a precios  realmente asequibles, lo cual hubiera sido un potosí en tiempos de universidad.

Facsímil que demuestra el pago de la cancha Minifútbol 2.
¡La madre!  Así,  con un grito enérgico el señor Romero (El Káiser) nos recordaba que el día anterior se había celebrado en nuestro país el día de las madres, pero al mismo tiempo era la forma de expresar un profundo y sonoro regaño hacia defenzor por no cambiarse con rapidez para ingresar a la cancha y completar uno de los dos equipos que a esa hora ya mantenían una férrea disputa por la pecosa, la consentida o como usted cariñosamente la quiera llamar. 
  
Al respecto, Diego Maradona,  en su despedida como jugador profesional  dijo que la pelota no se mancha, lo que nunca le escuchamos decir  es que la pelota no se infla, por eso no comprendemos como un balón que costó 28.000 devaluados pesos aportados en un 46% por defenzor, un 36% por Marioñu y un 18% por el Káiser, se haya puesto a rodar con mínimos niveles de aire. Los expertos los catalogaron como una bomba serpentex después de una piñata.  

Era innegable sentir gran alivio por ver a nuestro hombre fashion sentado en las gradas,  enfundado en una chaqueta negra, al parecer comprada en alguno de los almacenes de la quinta avenida de Nueva York; se le notaban unas ganas enormes de salir a romperla.  La desilusión fue total, luego de que el Chavito abandonara el complejo sin disputar un solo minuto de juego. Una cita con una fanática lo hizo cambiar de parecer.  Es evidente que la palabra abandonar está en su léxico desde su pasado como verdolaga.

El Osito alimentando a uno de sus pequeños herederos "Embajadores".


Volviendo con las acciones del partido y sin dejarnos llevar por de las adversidades, se disputó un partido parejo entre dos combinados mixtos que no contaban entre sus filas con ningún extranjero, pero si con dos notorias reapariciones. Por una parte, el señor Anes, al mejor estilo del Sultán Soto, regresó al fútbol después de una gravísima lesión de rodilla que lo marginó por varios meses de la actividad. Por el otro, luego de cuatro años de ausencia por instrucción castrense, volvió al equipo lasallista el famoso Osito, quién lejos de ser ese joven universitario, ahora es un respetable miembro de la Policía Fiscal  y Aduanera. Y nosotros comprando en sanandresito ¡Mamita querida!  

 Como si estuviéramos en tiempo de descuento, o mejor aún como si se tratara de la última jugada sobre la marcha del fastidioso y amargo sonido que nos anunciaba el fin del descanso en los ya lejanos tiempos escolares, vimos cómo el balón tocaba las redes contrarias para decretar un merecido empate a 13 goles entre las dos escuadras. No había tiempo para más por el día de hoy.

La Banda exhausta después de otro intenso partido.


Una despedida corta entre todos, es el mejor presagio que indica que el último puente festivo de mayo nos volveremos a ver en este mismo lugar.

Por lo pronto nos vamos antes de que nos cambien por uno de los youtubers de moda. ¡Saludos!

miércoles, 11 de mayo de 2016

La espera ha terminado: ¡volvimos a la cancha!

Este partido se ha vuelto un clásico. Podríamos decir que el calificativo corresponde más por lo añejo de los jugadores que por la rivalidad de los oponentes, lo cierto es, que desde aquella vez que Freddy Rincón marcó el empate colombiano frente Alemania en el Mundial de Italia 90, Teutones y Cafeteros se sacan chispas cada vez que se enfrentan en un terreno de juego.

Esta vez no iba a ser la excepción, por fin llegaba el festivo del año que serviría de excusa para vestirnos de cortos y estar de vuelta a las canchas, una alegría inconmensurable para todos los que amamos el fútbol. Aunque el lugar acordado no era el mítico San Siro, se trataba de la cancha de minifútbol del Centro Urbano de Recreación de Compensar, un escenario más que decente para demostrarle a los europeos que no estábamos allí de casualidad, sino que por el contrario nuestra consigna era reafirmar que este grupo de lasallistas ha practicado y dominado este deporte durante los últimos 20 años.


Pero, ¿A quién queremos engañar? Nuestra pretemporada es realmente nula, precedida de los excesos decembrinos que han borrado de un tajo la escasa condición física y mental. Sólo somos un arrume de amigos que han madrugado contra su voluntad y la de sus familias para intentar aguantar una hora de partido y así evitar hacer el ridículo frente al respetable, el mismo que ha venido abandonado fecha tras fecha.  

De esta manera, al mejor estilo del equipo Atlas, el reality show de Fox Sports, estamos acostumbrados a jugar en canchas sin graderías y con escaso público, lo que jamás contamos es con la ausencia de nuestro jugador estrella, el hombre fashion que rompe mallas y corazones. Se trata del “Chavito” Corredor, quién actuando como adolescente del colegio colombo británico,  justificó su deserción al ser víctima de matoneo por parte de los hinchas de Millonarios indicando que le restregaron en la cara una y mil veces la derrota en el derby capitalino de su único y primer (?) amor, el Independiente Santa fe. 

En primer plano Marioñu y defenzor observan como el portero da rebote al frente.

Al respecto, no existe una premisa más cierta que esa que dice que los jugadores pasan y la institución permanece, por eso sin lamentarnos un segundo ya estábamos aplaudiendo la llegada de un arquero fijo, un puesto que ha estado vacante hace mucho tiempo,  mas o menos desde que el primo partió a probar suerte a tierras londinenses.  Hablamos de DJ Jimmy, como se auto denomina en el mundo underground de la música electrónica, hermano de Jancker y con amplia trayectoria como guardavallas en torneos interbarriales de microfútbol en la localidad de Engativá.

Del partido no hay mucho que reseñar, con un despliegue físico notable y un sacrificio envidiable, la máquina germana fue implacable a la hora de anotarle a un rival que contaba con un hombre menos. 
Por suerte teníamos un arquero que evitó un papelón.  

La próxima cita futbolera será en el mes de mayo, donde veremos si las cosas son más favorables para este montón de agropecuarios, que antes que nada prefieren el talento y no la pierna fuerte.