viernes, 10 de septiembre de 2021

La solución es el cambio

Por estas épocas electorales reviven los lemas trasnochados, especialmente sobre el futuro. Ya hemos escuchado cosas como “bienvenidos al futuro”, “El futuro es de todos”, y ahora “Colombia Tiene Futuro”, otra perla de un político visto como mesías por algunos.

Y es que pensar en el futuro siempre ha sido emocionante, esperanzador. Cuando estábamos encerrados en cuarentena estricta, pensábamos en el próximo partido, en cómo sería volver a las canchas, volver a marcar un gol, dar un patadon, hacer un caño, escribir esta entrada, celebrar
con los amigos.

Pero la realidad nos recibió con una cachetada, el futuro es solo una ilusión y seguimos repitiendo los errores del pasado. En nuestro regreso a las canchas, posterior a la cuarentena, al menos 575 días después de nuestro último partido, todos vacunados, y en medio de la pandemia, nos dejamos llevar por ese futuro soñado y descuidamos lo que teníamos por delante, pensamos más allá y no en la verdadera solución: CAMBIO


9 PM, CUR Compensar, cancha 2. Se escucha "Life is life" en honor al difunto Maradona, mientras los equipos calientan, el balón en la casa de Jancker (el gran ausente), somos los que estamos, somos los que no pudieron venir.

Esta noche capitalina es fría, tenemos una sensación extraña de describir, diría que esta entre una enorme emoción por volver a jugar juntos y un miedo a hacer el ridículo por los meses sin jugar, no estamos en forma ni en condiciones, pero las ganas nos tienen ya listos para el pitazo inicial

A la cancha salimos así:


En teoría, un equipo bastante técnico, parejo, no tenemos arquero y por eso improvisamos. Arranca tapando defenzor porque es el que esta físicamente peor, le entregamos el balón a los rivales, Kaiser lidera ese ataque. Los primeros minutos son de estudio, se nos vienen encima, pero reaccionamos.

Se viene el primer gol de los colomboalemanes, un error de defenzor. De ahí en adelante se abrió el juego y fue de ida y vuelta, goles en cada bando, así se consumieron los primeros 15 minutos ya estábamos empatados a 3 goles. Empezamos a rotar en la portería hasta que finalmente el equipo de LHEMI se puso arriba en el marcador, manteniendo la diferencia de a 1, es un juego parejo.

Lo que no es parejo es el estado físico, si bien el LHEMI corre, ellos son más jóvenes, su promedio de edad solo es afectado por el Kaiser, y, además, tienen un cambio. El partido está empatado a 5 anotaciones y en cada gol, han rotado su plantilla, siempre tienen a un jugador descansado, mientras nosotros en la tribuna solo tenemos la mejor hinchada posible.

El juego se hace más lento, estamos sin regreso y se incrementa el juego fuerte, los choques se hacen cada vez más comunes y empiezan los improperios, todos en nuestra lengua nativa. Chuy esta exaltado, Johan responde con un patadon a destiempo. El LHEMI vuelve a estar abajó en el marcador tras un espectacular autogol, el equipo rival abraza a Marioñu.

La Mejor Barra
Se viene la debacle, John, el cuñado de Marioñu, quien en una sola pierna había jugado bien, se debe retirar de la cancha, no tenemos cambios, estamos solos. ¿dónde están los que en el chat dijeron que el fin de semana mejor? Ahora somos 4 contra 6, físicamente destruidos. La falta de aire, ideas y coordinación es evidente, en medio de un ataque prometedor Chuy y defenzor se estrellan en la mitad de cancha despertando risas, no solo entre los colomboalemanes, si no en el equipo propio. Una jugada cómica, en realidad.

Kaiser nos envía a uno de ellos, la moral por el suelo, el despilfarro de goles, estamos exhaustos.

El partido termina pasadas las 10 de la noche, estamos contentos, no solo de jugar nuevamente sino de reencontrarnos. Todos estos 17 meses que pasaron sin vernos, sin contarnos todo lo que nos pasó, sin contar nuestras anécdotas de la cuarentena y pandemia, termina finalmente con la promesa que, en el próximo partido, la solución será tener al menos un cambio.

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