martes, 12 de marzo de 2024

Buscando a Suky

Por Jancker: 

Muy temprano en la mañana del 12 de marzo de 2024 entró al grupo de WhatsApp del LHEMI, un mensaje por parte de Lumi donde brevemente nos informaba que la noche  anterior había sido víctima del hampa en una de las calles capitalinas.

El escalofriante texto tuvo que ser leído dos veces por los miembros del grupo, la primera vez por asombro, y en la otra ocasión ya con los lentes puestos para poder leerlo correctamente, especialmente a quienes somos víctimas de la presbicia como consecuencia del envejecimiento prematuro de los nacidos en los cada vez más lejanos años 80s del siglo XX.

El mensaje de alarma, pero al mismo tiempo de tranquilidad, rezaba lo siguiente: “Perritos, les tengo la noticia mala de la semana. Ayer, devolviéndome en el carro, luego de dejar a mi mamá en su apartamento, me robaron el carro. A la altura de la Avenida calle 34 con carrera 19, después del Concejo de Bogotá. Lo más difícil del tema es que en el baúl iba mi perrita Suky, y los ladrones se la llevaron. A mi no me hicieron nada. Y el carro está asegurado” 

De inmediato, una cascada de mensajes de solidaridad y apoyo hacía Lumi llenó el chat del grupo. Alguno por ahí lamentó no tener la posibilidad de hacer justicia por mano propia contra el grupo de delincuentes, tal vez como consecuencia de la impunidad que aqueja a nuestra ciudad.  Después de conocer grosso modo los móviles del hurto, saber que la integridad de Lumi estaba intacta, salvo un moretón en su rostro por el golpe de la cacha de un revólver 38 Smith and Wesson del especial, el foco de atención estaba en la recuperación de Suky.

Se trata de una perrita de raza Husky de 3 años de edad, quien hace parte de la familia González Rodriguez, y es pieza fundamental de la vida de cada uno de sus miembros. Darla por perdida simplemente no era una opción para ellos. 

La búsqueda empezó a través de las redes sociales, especialmente con un anuncio en Facebook dónde se daba una información básica de su desaparición y un número de celular en caso de contacto. Una acción normal en un país medianamente decente, pero no en el nuestro, que lo convertiría rápidamente en “Bocatto di cardinale” para timadores y avivatos que intentaban sacar provecho de la desesperada situación. Incluso hubo quienes se hicieron pasar como productores de la emisora Tropicana o locutores oficiales de Win Sports.

Las horas transcurrían sin novedades. La espera de noticias taladraba el corazón de sus dueños  que veían cada vez más remota la opción de dar con el paradero de su querida mascota en una urbe como Bogotá. Era tan difícil como encontrar un santafereño en un día de clásico.  

A pesar del desasosiego, un mensaje cambiaría el rumbo de esta historia. Una mujer de nombre Lizeth o Julieth hace una publicación en redes sociales donde  argumenta tener en su poder a una perrita de rasgos similares a Suky, y como prueba de ello adjunta algunas fotografías. De inmediato Lumi entabla conversación con ella. Palabras contundentes y la voz gruesa que lo ha caracterizado desde la pubertad le sirven para dejarle en claro a su interlocutora que no se va a dejar chantajear en caso de ser una estafa. No obstante, la información parece ser veraz y decide contarlo en el grupo de WhatsApp para encontrar apoyo. Es bien sabido que los del LHEMI, si algo tenemos es sentido de compromiso y servicio. No en vano, hace parte de los valores que nos inculcaron en la estrella lasallista durante nuestra formación. Por ello, los mensajes inundaron el chat ofreciendo su colaboración, sus carros, sus motos, todo el respaldo necesario para acudir a la cita en búsqueda de la perrita. Hasta el mismísimo mago Tabares, aún extasiado por la celebración de su cumpleaños se ofreció a ir desde la calle 170 con Autonorte hasta el centro en su bicicleta sin sillín con tal de ayudar. Un berraco. 

El operativo que fue bautizado como operación rescate a Suky estaba en marcha. A la localidad de Fontibón se desplazaban Lumi, un teniente del Gaula, otro del F2 en caso de no dejar testigos, y el Chavito, que no tuvo tiempo de cambiarse el bicicletero de la clase de yoga que estaba dictando en ese momento. 

Siendo las 9:37 de la noche, entró el mensaje que todos estábamos esperando. Una foto de Lumi junto a Suky.  ¡Lo habían logrado!  Algo increíble de verdad, las felicitaciones no se hicieron esperar. En la imagen se veía que Lumi hablaba por celular, muy seguramente con Sofía dándole la buena nueva de la recuperación de la perrita, y a su vez explicándole todavía que la ubicación que le envió para reportarse desde el barrio Santa Fe fue desde una estación de policía, y no de cualquier otro lugar con luces de neón.

Desde aquí le mandamos un mensaje de solidaridad a nuestro gran amigo Lumi, nos alegra de sobremanera que esté bien luego de esta horrible situación. Lo material se recuperará con certeza, pero lo más importante para él, su familia, y todos nosotros es que Suky a diferencia de Hachiko, pudo tener pronto reencuentro con su amo.