miércoles, 11 de mayo de 2016

La espera ha terminado: ¡volvimos a la cancha!

Este partido se ha vuelto un clásico. Podríamos decir que el calificativo corresponde más por lo añejo de los jugadores que por la rivalidad de los oponentes, lo cierto es, que desde aquella vez que Freddy Rincón marcó el empate colombiano frente Alemania en el Mundial de Italia 90, Teutones y Cafeteros se sacan chispas cada vez que se enfrentan en un terreno de juego.

Esta vez no iba a ser la excepción, por fin llegaba el festivo del año que serviría de excusa para vestirnos de cortos y estar de vuelta a las canchas, una alegría inconmensurable para todos los que amamos el fútbol. Aunque el lugar acordado no era el mítico San Siro, se trataba de la cancha de minifútbol del Centro Urbano de Recreación de Compensar, un escenario más que decente para demostrarle a los europeos que no estábamos allí de casualidad, sino que por el contrario nuestra consigna era reafirmar que este grupo de lasallistas ha practicado y dominado este deporte durante los últimos 20 años.


Pero, ¿A quién queremos engañar? Nuestra pretemporada es realmente nula, precedida de los excesos decembrinos que han borrado de un tajo la escasa condición física y mental. Sólo somos un arrume de amigos que han madrugado contra su voluntad y la de sus familias para intentar aguantar una hora de partido y así evitar hacer el ridículo frente al respetable, el mismo que ha venido abandonado fecha tras fecha.  

De esta manera, al mejor estilo del equipo Atlas, el reality show de Fox Sports, estamos acostumbrados a jugar en canchas sin graderías y con escaso público, lo que jamás contamos es con la ausencia de nuestro jugador estrella, el hombre fashion que rompe mallas y corazones. Se trata del “Chavito” Corredor, quién actuando como adolescente del colegio colombo británico,  justificó su deserción al ser víctima de matoneo por parte de los hinchas de Millonarios indicando que le restregaron en la cara una y mil veces la derrota en el derby capitalino de su único y primer (?) amor, el Independiente Santa fe. 

En primer plano Marioñu y defenzor observan como el portero da rebote al frente.

Al respecto, no existe una premisa más cierta que esa que dice que los jugadores pasan y la institución permanece, por eso sin lamentarnos un segundo ya estábamos aplaudiendo la llegada de un arquero fijo, un puesto que ha estado vacante hace mucho tiempo,  mas o menos desde que el primo partió a probar suerte a tierras londinenses.  Hablamos de DJ Jimmy, como se auto denomina en el mundo underground de la música electrónica, hermano de Jancker y con amplia trayectoria como guardavallas en torneos interbarriales de microfútbol en la localidad de Engativá.

Del partido no hay mucho que reseñar, con un despliegue físico notable y un sacrificio envidiable, la máquina germana fue implacable a la hora de anotarle a un rival que contaba con un hombre menos. 
Por suerte teníamos un arquero que evitó un papelón.  

La próxima cita futbolera será en el mes de mayo, donde veremos si las cosas son más favorables para este montón de agropecuarios, que antes que nada prefieren el talento y no la pierna fuerte. 





4 comentarios:

Unknown dijo...

Haha excelente!!! I aun se acuerdan de las viejas glorias!!! Cesar

Unknown dijo...

Haha excelente!!! I aun se acuerdan de las viejas glorias!!! Cesar

defenzor dijo...

Muy bueno Jancker, la parte del chavo genial, la pura verdad

defenzor dijo...

Muy bueno Jancker, la parte del chavo genial, la pura verdad