viernes, 17 de enero de 2020

Oui Oui Oui


Los últimos partidos han demostrado un poder de convocatoria de Kaiser inmejorable. Esto ha llevado a que sea común jugar con 3 equipos rotando cada gol o 10 (ficticios) minutos, tras una ronda de penales.

Lo más paradójico es que entre la gran cantidad de personas que estábamos allí, ninguno había llevado balón, por lo cual tuvimos que esperar casi 25 minutos para empezar. En consecuencia, este partido sería muy corto, así como esta reseña.

El profe Chechirris, "El multilingue"
En esa espera mientras calentábamos y nos saludábamos, comentamos la entrada anterior de este blog, con la enorme sorpresa que Checho no la había leído. Exacto, el protagonista principal y homenajeado de esta fabulosa entrada no se había dignado a leer el escrito de Jancker. Un poco apenado sacó su celular y en medio de la cancha empezó a leer en voz alta, al parecer los años en Leticia le han lastimado la habilidad para leer mentalmente.

Esta vez el LHEMI contaba con en cancha Cebollin, Checho, Chavo, defenzor y Kaiser para jugar. Sin embargo, debíamos jugar 6, por lo cual nos llevamos a un desconocido de nombre extraño al que Checho acertadamente denominó como Ben Hur. En el primer partido el LHEMI salió derrotado y Kaiser, en un movimiento ágil, intercambia a Ben Hur por uno de sus alumnos también seguidor de los diablos rojos. Este sería el equipo con que se jugaría el resto del tiempo.

Mientras tanto, afuera defenzorcita y Manusovich jugaban con la tierra falsa sin importar lo que pasará en cancha. Atrás quedaron los gritos de “menos pelea y mas juego” del partido pasado, esta vez la barra se concentraba en sus asuntos internos sin preocuparse.

La rotación en el arco permitió que varios taparan buscando siempre el mejor equipo en cancha, que con el paso de los minutos fue mejorando e imponiendo un buen ritmo. Algunos goles y muchos palazos, un par de jugadas muy bien elaboradas que dejaron contentos a casi todo el equipo.

Termina el partido y Checho entrevista a Manu:
Checho: ¿En qué colegio estudias?
Manu: En el italiano
Checho: ¡Oh!   Oui, oui, oui

  
PD: Zombie viene en a finales de abril por 2 semanas, así que organizen agendas para multiples eventos con él


viernes, 10 de enero de 2020

La pena Máxima

Se diluían los minutos reglamentarios del partido y había mucha tensión por marcar, o incluso por evitar que el contendor lo hiciera, el nerviosismo del plantel obligaba a tener cautela, cada pase era medido con precisión, rifar la pelota no estaba en los planes de nadie, no era momento para hacer jugadas insulsas, ni túneles, ni fintas, ni mucho menos se podía pensar en desordenar las líneas, había mucho en juego y ante cualquier asomo de duda todo se iría al traste.  El aviso del fin de este capítulo se escuchaba desde la tribuna, era el verdugo con la cara pegada al alambrado quien nos anunciaba que la instancia más dramática del cotejo había llegado…
Adivine el pasaje
Este es el epílogo de uno de los partidos que tuvimos la oportunidad de disputar con el equipo LHEMI en las ya tradicionales canchas de Compensar el pasado lunes festivo del 6 de Reyes de 2020. Pues sí, un año más que seguimos jugando al fútbol, continuamos con esta hermosa tradición de reunirnos entre amigos para cascarle a la pecosa con más ganas que físico evidentemente, pero con la misma pasión de siempre. 

Uno de los principales artífices de lograr esta hazaña, la de reunir a los lasallistas en cada convocatoria, es el joven Káiser, quien a través del grupo de WhatsApp nos informa sobre la logística previa a los partidos. De este modo logró que para este fincho, defensor, Anés Chavo, Marioñu, Jancker, Checho y Dj Pinilla respondieran al llamado futbolero.  A pesar de algunas bajas sensibles, había equipo para dar la batalla contra los aspirantes a dominar la lengua de Friedrich III. 



El empate se había consumado. Los nefastos penaltis definirían el equipo que seguiría en cancha, pero a diferencia de otras competiciones, el formato usado sería tiro y tiro hasta definir el ganador, algo así como Irán y Estados Unidos lanzándose misiles.  El primero en cobrar estaría a cargo del infalible Marioñu quien taponeó a la derecha del arquero para poner el 1-1, luego vendría el Chavito para el 2-2, Jancker para el 3-3, todo esto mientras nuestro portero intentaba desviar sin mucho éxito los penales del adversario.

El penalti parece fácil, pero anotarlo es cada vez más difícil. La inexperiencia, la presión, pero sobre todo los nervios juegan en contra del pateador. Es injusto pero emocionante, no en vano muchos campeonatos que se han definido por esta vía han sacado las lágrimas de los fanáticos. Acá en este blog sí que sabemos de eso.

De momento era Anés quien marcaba el 4-4 en la definición. Una tanda que parecía eterna bajo el sol canicular del medio día capitalino.   Pateó el rival y marca el 5-4, la situación se ponía tensa, se venía el cobro definitivo para seguir jugando.
Tomando un sorbo de agua y acicalándose su cabellera naranja, el venido de Melmac pidió el cobro, no dudó en segundo en poner el balón en el machón blanco del penal, estaba realmente decidido, tomó carrera, pateó… y ¡Falló!  Todo estaba consumado, sólo restaba abandonar cabizbajos el gramado lamentando lo sucedido.

El nuevo papá
Penaltis  errados en la historia, en momentos definitivos, hay muchos. Todos dolorosos para el equipo, pero nada se compara a cargar el farolito de quien lo pierde. Esta vez le tocó a él. No hubo lío, el profe chechirris  se fue a sacudir de ese momento cruel bebiendo con sus amigos unas  polas Andina, luego se iría tranquilo para su casa porque para él siempre brillará su Sol… la pequeña Sol Torres Barbosa.