lunes, 13 de junio de 2016

¿Usted no sabe quién soy yo?


Un partido atípico. Desde donde se mire y se analice, el más reciente cotejo disputado por la banda del LHEMI terminará en la misma conclusión. Una serie de factores se alinearon para determinar que la mañana nublada del pasado lunes festivo fue realmente particular.

Para comenzar el anecdotario, uno de nuestros integrantes, a quien llamaremos “John Viáfara” para preservar su identidad, llegó a la cita balompédica con un caso agudo de gastroenteritis que lo obligó a hacer uso expedito y prolongado del servicio sanitario en la previa del partido, haciéndole perder los primeros minutos del compromiso. Para cuando el reloj marcaba la media hora de juego, el personaje en cuestión sintió otra embestida de su estómago, por lo que fue inevitable invocar al profe Montoya y su más memorable indicación: ¡Cagate, pero ni por el hijueputa te saco!

Unos tímidos rayos de sol se dejaron ver sobre el gramado donde se encontraban los dos equipos. Si, por fortuna esta vez no hubo muchos convocados para disputar el cotejo, lo que favoreció la confección del equipo de Diego R y la banda del LHEMI, que de arranque era un combinado más bien mixto, completado por un joven de origen peruano. Mientras por cosas del fútbol defenzor estaba en el equipo rival.

Al respecto, otra de las situaciones extrañas tuvo que ver con la ausencia de Marioñu, el reconocido bastión del medio campo que nunca falla, tal vez recordando su cada vez más lejano pasado escarlata, decidió no asistir al partido, apagar el celular y descender a recuperarse de la resaca.

Para el LHEMI las cosas no marchaban muy bien, a pesar de los goles del Osito y Jancker, la diferencia negativa se mantenía en 3 goles frente al equipo rival.  No obstante, el espíritu combativo y el corazón henchido, y la inspiración del cancerbero lograron lo impensable, empatar y pasar de largo en el marcador. Un gol de cabeza y un cañonazo desde fuera del área fueron la cuota inicial que puso defenzor para regresar con ahínco a las toldas lasallistas que cada vez mostraban el fútbol lírico que los caracteriza.

Un amague con finta incluida por parte del Osito desencadenaría la rabia de uno de los oponentes, que daría origen a una disputa verbal con tintes de reyerta. Cada lucha por el balón era un choque de trenes que sacaba chispas y producía palabras de grueso calibre. El veterano rival trataba de humillar al nuestro con un tradicional: - ¿Usted no sabe quién soy yo?  La notable decencia del Osito hizo caso omiso para no demostrar que lo podía atender como ESMAD a encapuchado. Cosas raras sin duda.

No queremos extendernos más con esta reseña, comprendemos que por estos días hay fútbol en abundancia por la Eurocopa y Copa América Centenario. Sin embargo no podemos dejar de contarles que logramos ganar sobre la hora y nos fuimos al tercer tiempo. Queríamos festejar la victoria en la cancha, pero también teníamos la intención de ahogar en alcohol las penas por la eliminación de Millonarios en cuartos de final del FPC.  Con lo que no contábamos es con que las penas del fútbol saben nadar...
Cadavid habilitando a 5 Jugadores del Junior en el minuto 89 para el gol del Junior que nos llevaría a Penales

PD: El número de fotografías es directamente proporcional al número de asistentes que nos acompañaron.

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