No es fácil organizar los partidos. De eso ya nos habíamos
quejado (¿llorado?) en esta entrada hace un par de años. Sin embargo, hoy nos regocijamos
escribiendo uno de los mejores días, porque, aunque no vinieron todos, si
vinieron casi todas.
8 días después de la desastrosa derrota ante los alemanes,
nos daban la revancha. Esta vez, el equipo alemán tenía un auténtico Teutón. Mono
de verdad y con más de metro noventa, el jefe del Kaiser entraría como la
amenaza del juego aéreo, como si les faltara algo.
El equipo del LHEMI, tenía una gran baja para esta revancha,
DJ Pinilla, el único que sacó la cara en el festivo pasado, no hacia presencia,
en su lugar el equipo formó así: Ñoño, Marioñu, Casper, defenzor, alias Andrés y
El Kaiser, si lo están leyendo bien, El Kaiser se sumaba a nuestro equipo
tratando de nivelar el juego.
Adivinen cual es el aleman. |
Y si, esta vez fue muy diferente, conociendo a nuestros
rivales y sus clásicos enganches, pudimos neutralizarlos defensivamente.
Ofensivamente teníamos al Kaiser, quien siempre se destaca y anotó un puñado de
goles, Marioñu y defenzor esta vez si alcanzaban a todos sus rivales, chocaban
y ganaban las divididas, Ñoño tapaba balones increíbles y Jancker=Casper hacia sus
clásicos caños temerarios en zona defensiva.
Aunque también tuvimos nuestros clásicos momentos de risa y
riesgo: Ñoño, creyéndose Jorge Campos, quiso salir a jugar de delantero para
mostrar esa nostálgica habilidad de su pierna izquierda. Sin embargo, su cuerpo
solamente resistió cerca de 86 segundos antes de volver jadeando a la portería.
O Marioñu, al que desde afuera le gritaban “Levantoski”, que cometiéndole una
falta al cavernícola del equipo rival terminaron cayéndole en la recuperada
rodilla del Kaiser, quien hasta jugando con nosotros también, recibiría algo de
juego fuerte.
Y es que no solo el LHEMI quería ganar esta vez más que
nunca, era que desde afuera venía el impulso indirecto de 5 pequeñas niñas
menores de 6 años que alentaban sin saberlo a sus padres y tíos, sus familias
afuera reunidas para acompañarlos una vez a jugar, por primera vez en el año y
juntas por primera vez en la vida, un momento trascendental que cambia la
historia de este blog para siempre, y establece este partido como el día de la Familia PostLasallista, de aquellas niñas que aunque nunca estarán en el LHEMI,
si estarán unidas por él.
Familia |
Volviendo a lo que sucedió en la cancha, el duelo del partido
se dio entre El Kaiser y el Teutón, que además era el jefe directo del
lasallista, choques, jugadas, fintas que hacían peligrar las relaciones
internacionales de larga data, terminaron en rodillas ensangrentadas y una
promesa de memorando, al final todo terminaría en paz.
Ganamos, jugando muy bien, nos vamos con una
victoria a celebrar en un gran almuerzo, recordando historias y chistes, parece
la despedida del fin de año, pocos partidos, pero al final resultaron muy
valiosos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario