martes, 14 de mayo de 2019

Dussán y Beltrán: ¡Faltones!

A finales de los años 90 del siglo pasado un grafitti se tomó muros y fachadas del occidente de la ciudad de Bogotá. Noche tras noche, gracias a la oscuridad y soledad de las calles capitalinas se multiplicaba por doquier,  era una extraña e incomprensible frase de autoría desconocida.

El más notorio de estos textos abstractos estaba ubicado en una extensa pared de ladrillo sobre la avenida Boyacá con Avenida Eldorado, donde hoy se encuentra una famosa cadena de supermercados por membresía.

Lo recuerdo claramente, ya que era una ruta habitual hacia mi hogar, y la mayoría de las veces pasaba justo por ahí, mirando a través de la ventana de las busetas las calles y las viñetas urbanas que se me grababan en la meoria sin comprender muchas veces su significado, como aquel grafitti de grandes letras coloridas que rezaba: “Dussán y Beltrán faltones”.

Esa misma frase estuvo expuesta por mucho tiempo en fachadas, portones y paredes, como un recordatorio a dos sujetos sin rostro, pero de sonoros apellidos que eran unos tipos faltos de palabra, sin compromiso, que socavaron la confianza de alguien, era una especie de dedo acusador para exponerlos al escarnio público.  Nunca sabremos de que se trataba, el tema hoy en día sigue siendo un misterio sin descifrar.

$50.000 pesos costó el alquiler de la cancha

Así como también ha sido una incógnita por qué no se ha podido volver a reunir al equipo LHEMI en el gramado. Primero se dio una fallida convocatoria futbolera para la semana Santa. Luego, el Káiser Romero decidió apartar cancha para invitarnos a jugar el miércoles 1º de mayo, y de esta manera limar asperezas con sus amigos lasallistas; no obstante, éstos un tanto oscos le respondieron con una negativa, arguyendo distintas excusas.

Jancker en medio de un grupo de "alemanes"

La cosa pintaba realmente mal, pero sin darse por vencido ante el desagravio masivo, el Káiser consiguió invitar un número decente de jugadores entre estudiantes, profesores y empleados del Sprach Institut.

Entre ese grupo de teutones, solamente un lasallista respondió al llamado. Se trataba de Jancker, quien llegó con la pelota debajo del brazo para la alegría de la gente. De esta manera ya solo quedaba ponerla a rodar y jugar fútbol en esa mañana calurosa.


Del partido no tenemos mucho que decir, tampoco creemos que los discípulos del hermano Niky quieran saberlo, solo habrá que esperar que para el próximo partido que es en honor a la visita del Patrón, los lasallistas no salgan como Dussán y Beltrán: ¡FALTONES!




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Jaime Dusan e Ismael Beltran eran los representantes sindicales de los maestros que defraudaron la confianza de las bases. Creo que debio haber investigado mas

Jancker dijo...

Gracias por ayudarnos a descifrar el enigma de las identidades. Ahora sabemos que Dussan sigue de faltón manejando Colpensiones a sus anchas. Te invitamos a leer y comentar mas entradas de nuestro blog.